Cafarnaúm

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¿Tenemos derecho a no nacer? El protagonista de la película Cafarnaúm cree que sí. Por eso ha demando a sus padres. Este pequeño de doce años hubiera querido no haber nacido para evitarse llevar la mala vida que ha llevado en las calles del Líbano. Por eso demanda a sus padres pro haberlo traído al mundo.

He ido este fin de semana dos veces a ver la película y la iré a ver otra vez más. Me enganchó. Y mira que a mí no me gustan nada las tramas tristes. Necesito que me cuenten cosas alegres para no levantarme del sillón. Pues con esta película estuve clavada en la butaca del cine hasta el final. La película te lleva por las calles del Líbano más profundo. Ves la pobreza, los niños muertos de hambre y de suciedad. El director te va contando las razones del niño para no querer vivir. Casi lo comprendes.

Salí del cine pensando que nosotros tenemos que dar razones a los demás para vivir no haciendo sus vidas un infierno. "Cafarnaúm" es una película inolvidable. Se estrenó esta semana y ya estoy deseando que se pueda comprar para verla en mi casa todas las veces que se me antoje. Esta película cuenta con actores no profesionales que dan vida a una emocionante fábula contemporánea, pero que podría trasladarse varias décadas atrás. Las condiciones de vida de los niños que vemos en la película son las que eran hace años, lamentablemente.

Le hay que dar un diez al niño que interpreta al protagonista. No es actor profesional. Debería pensar en seguir en el mundo del cine. Tiene una cara que lo dice todo sin decir ni una palabra. Es muy expresivo. Los otros niños también están muy bien en sus papeles de niños pobres y hambrientos. Sólo por el trabajo de los pequeños actores vale la pena ir a ver la película. Os la recomiendo.

Campeones: la mejor película de 2018 según los Goyas

Campeones es una película que no te deja indiferente. todo es posible piensas cuando sales del cine tras los minutos que dura la película. Hasta es posible ganar partidos de baloncesto con un grupo de adolescentes afectados por el síndrome de Down.

A la misma conclusión llega Marcos, el entrenador que se ve obligado a entrenar a los jóvenes de capacidades diferentes, como se dice ahora para no herir sensibilidades. Marcos es condenado a entrenarlos por una jueza y no le gusta mucho su condena. Como no tiene alternativa se pone al trabajo. No le resultará fácil, pero sí resulta divertido para los espectadores ver los entrenamientos en una película que empieza como un dramón en sus primeras escenas y que acaba haciéndote reír cuando va avanzando. Sales del cine con ganas de volver a entrar y volver a ver la película. No me extraña que haya muchos espectadores que hayan visto varias veces esta película premiada con el Premio Goya a la mejor película del pasado año 2018. Merece el premio. Su director, Javier Fesser, ha hecho un buen trabajo.

Os recomiendo la película. Es una película que se puede ver en familia. Los actores no son profesionales. Hacen de sí mismos. Ahí radica el éxito de la película. Los críticos dicen que eso no es un mérito, pero yo creo que sí. Hacer de uno mismo ante las cámaras no es tarea fácil. Las cámaras te cortan mucho. Lo sabes cuando intentas grabarte en casa. No eres la misma sin cámara delante que con cámara delante.

Me gusta la película. Todos los protagonistas están bien. También lo está el entrenador de baloncesto, un hombre al que echan de su trabajo y lo obligan a entrenar a un grupo de chavales que no hubiera entrenado en su vida si no se hubiera visto obligado a hacerlo. Ves como el personaje del entrenador va cambiando a lo largo de la película. Cambiando para mejor.

El Cairo Confidencial de Tarik Saleh

La corrupción es un pecado presente en todos los países del mundo mundial. Es a la conclusión que llegas tras tragarte los 106 minutos de duración de El Cairo Confidencial de Tarik Saleh, una película no recomendada para menores de 16 años.

El protagonista es Noureddine, un detective corrupto que da al traste con su brillante futuro en la policía. El dinero le tienta. Echa la mano, coge lo que no es suyo y va acabando como acaba. En medio no faltan escenas fuertes. Se entienden cuando ves que envían a este detective al hotel Nile Hilton, donde acaban de descubrir el cadáver de una mujer. Empiezan las investigaciones. Salen a la luz su identidad y sus relaciones con las élites de El Cairo. No faltan los incidentes más personales del detective, incidentes que llevarán a Noureddine a tomar decisiones trascendentales y a descubrirse a sí mismo como un ladronzuelo más.

La escena que más me gustó de la película es del detective entregando a su padre dinero. El señor, en mal estado de salud, le dice a su hijo que admita que ha robado ese dinero que le da. A partir de ahí todo es previsible. Es un thriller clásico con tintes de película política. No os la recomiendo ni os la dejo de recomendar. Tal vez por el final un tanto extraño valga la pena verla. Pero si no tienes una película mejor a mano. No es la película que volvería a ver, por supuesto. La vi porque no tenía nada mejor para pasar una tarde lluviosa.

En el reparto no hay nombres conocidos. Actores como Fares Fares, Tareq Abdalla, Yasser Ali Maher, Nael Ali, Hania Amar, Slimane Dazi, Ger Duany, Ahmed Abdelhamid Hefny, Ahmed Khairy, Mari Malek, Ahmed Selim, Hichem Yacoubi, Mohamed Yousry no te dicen nada. Lo que sí te dice es el título de la película: fue premiada con el Premio a la Mejor Película Internacional el año 2017 en el Festival de Sundance. Un premio que le viene grande.

Lucky

Hay películas de vaqueros raras. Tal es el caso de Lucky, una película que vimos el otro día en casa de mi suegra y que no nos metió ningún miedo. No sé por qué está recomendada para mayores de 12 años. La pueden ver los niños sin problema alguno. 

Lo único que ves es un vaquero viejo que está más loco que los del manicomio. Se nota que es una ópera prima. La primer película de un director siempre es basurilla. Te cuenta las peripecias de un hombre solitario que se deja llevar por el corazón así de repente. Antes de ponerse sentimental era un vaquero fiero. Pero los años pesan. Así el viejo Lucky se nos vuelve un señor mayor con su gorro de vaquero muy preocupado porque se le ha perdido una tortuga a la que considera su compañera. 

Inolvidable es la escena en que el viejo se nos pone a cantar una ranchera en una fiesta de aniversario de un niño mexicano. Genio y figura. El viejo vaquero no deja indiferente al personal ni en el final de sus días gloriosos. Salen muchos viejos en la película. Es como si se acabara una etapa. ya no hay sitio en la sociedad para viejos vaqueros. La película tiene momentos graciosos. Repito: no sé por qué no está recomendada para todos los públicos. 

Os la recomiendo. Tiene algo cómico en la tragedia de un hombre que ve como su vida llega al fin. Todas las mañanas este anciano con los noventa cumplidos se levanta y hace cinco ejercicios de yoga mientras escucha rancheras para animarse. Luego va camino a la cafetería de su buen amigo Joe, se pide un café sin acompañamiento de bollería y pierde la mañana haciendo crucigramas para ejercitar su memoria. Más tarde vuelve a su casa y se entretiene viendo concursos de la tele, hasta que llega la hora de ir al bar, de nuevo. Se sienta en la barra, se pide un bloodymary... y vuelta a empezar una rutina sin meta. Es una espera. Hasta que un día, de repente, sufre un desvanecimiento y cae de bruces al suelo como si hubiera muerto. Entonces se empieza a preguntar qué va a ser de él cuando fallezca y empieza a ponernos más tristes.

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Nancy pintora ​Estoy enamorada de mi Nancy y te recomiendo comprar la tuya porque es una muñeca tan preciosa que la miras y te sientes niña ... tiendacoruna.blogspot.com

El cielo protector

El cielo protector (The Sheltering sky) es una película del famoso director Bernardo Bertolucci que lleva a la gran pantalla la novela del mismo nombre de Paul Bowles. Data del año 1989 y fue premiada con un Globo de Oro a la Mejor Banda Sonora Original.

La banda sonora es lo mejor de una película que nos cuenta las peripecias de una pareja de Nueva York que se traslada hasta el norte de África para darle vidilla a una relación que camina hacia la ruptura. No le faltarán aventuras en el continente africano. El marido músico busca emociones que lo lleven a componer de nuevo. Te da pena el marido. Lo ves y te vienen ganas de darle trabajo. Un hombre sin trabajo aburre a cualquier mujer y más cuando en Nueva York llevaba una vida bastante sofisticada.

Lo que no será un acierto es llevar de viaje a un tal Tunner, gran admirador de la pareja del músico y del propio músico. Es previsible lo que va a pasar entre el fan y la guapa Kit. Port también está muy interesado en el continente africano. Quiere meterse por el desierto del Sáhara y dejar en el olvido las comodidades del mundo moderno que disfrutó y de las que está cansado. Quiere encontrarse a sí mismo, descubrirse y descubrir el amor, por supuesto. Esta tercera esquina del triangulo es lo que te hace seguir viendo la película cuando ya ves que no te interesa. Para saber el final estás con el culo sentado en el sillón y no le das al off.

No volvería a ver está película ni borracha de vino. Endulza tanto que aburre. Ni siquiera las imágenes de lo que se supone que es el Norte de África compensan los 133 minutos que dura la cinta. Esta película es apta para todos los públicos. No hay escenas fuertes que no puedan ver los más pequeños de la casa. Esa es su ventaja. La puedes poner en esas reuniones de amigos en las que hay niños correteando por la casa.