Llueve, detrás de los cristales llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.
Pintaron de gris el cielo
y el suelo se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece
un Niño que el viento mece
con su balada de otoño.
Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo
y a veces como un lamento
y a veces viento.
Llueve,
detrás de los cristales llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos,
llueve.
Te podría contar
que esta quemandose mi ultimo leño en el hogar.
Que soy muy pobre hoy.
Que por una sonrisa doy
todo lo que soy
porque estoy solo y tengo miedo,
si tu fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara
y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.
Entonces,
olvidando mi mañana y tu pasado,
volverías a mi lado.
Se va la tarde y me deja
la queja que mañana será vieja
de una balada de otoño.
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.
Pintaron de gris el cielo
y el suelo se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece
un Niño que el viento mece
con su balada de otoño.
Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo
y a veces como un lamento
y a veces viento.
Llueve,
detrás de los cristales llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos,
llueve.
Te podría contar
que esta quemandose mi ultimo leño en el hogar.
Que soy muy pobre hoy.
Que por una sonrisa doy
todo lo que soy
porque estoy solo y tengo miedo,
si tu fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara
y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.
Entonces,
olvidando mi mañana y tu pasado,
volverías a mi lado.
Se va la tarde y me deja
la queja que mañana será vieja
de una balada de otoño.
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4 comments:
Me traslado a Barcelona con mis cinco hijos, mi esposa embarazada, la suegra que no resisto y mis queridos padres. Mi cuñado Ángel se queda en Madrid porque tiene muchas posibilidades de salir diputado por Ávila el 9 de marzo. Vota al PP, amigo mío. Mi cuñado necesita tu voto. Como decía, cuando acabe el curso escolar iré a vivir a Cataluña. Mis hijos serán educados en un castellano que envidiaría el mismísimo Cervantes. Yo aprovecharé mi estancia en la ciudad condal para aprender catalán, por si nuestro Mariano nos obliga a hablar el idioma de Carod-Rovira en la intimidad.
¿Vives en Madrid, lector? ¿Eres mileurista? ¿Temes que no te renueven el contrato? Olvídate de tus problemas económicos y marcha para Barcelona. Allí está el futuro. Tus hijos asistirán a un colegio privado-católico pagado por el erario público con el castellano de idioma único y vehicular hasta los ocho años. Con diez sabrán el catalán suficiente para ligar. A los dieciocho hablarán inglés como un británico nacido en Gibraltar español.
Saludos cordiales
Precioso paisaje para una emotiva canción. Besos
Me recuerda que me gusta caminar por calle cuando llueve. La melancolía tiene una cucharada de azúcar. no es tan malo ser melancólico.
De todas formas detrás de un otoño, viene el invierno, y después vuelve la primavera.
Besos.
Hermosa cancion.... gracias por tu visita.... saludos
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